En la máquina incubadora, cuando hay condensación sobre los huevos o los serpentines de enfriamiento hay un riesgo elevado respecto a la bioseguridad, para los embriones vivos y los pollitos recién nacidos. La temperatura de incubación, junto con la humedad y el plumón, crean un clima ideal para que las bacterias se propaguen y contaminen los huevos. Estos huevos tienen un alto nivel de infección y hay numerosos «huevos detonadores» al final de la incubación. Esta alta presión bacteriana durante la incubación reduce la calidad y la salud de los pollitos de un día, lo que conduce a una mayor mortalidad en la granja de pollos de engorde. La encargada de Investigación de HatchTech, Dra. Inge van Roovert, profundiza en el tema condensación.
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