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La uniformidad de las temperaturas del embrión, que está dada por el diseño de la incubadora, repercute de forma muy significativa en la ventana de nacimiento. Debido a deficiencias existentes en el diseño de incubadoras, la única manera en que muchos encargados de plantas de incubación pueden prevenir la deshidratación, es mediante el acortamiento de la ventana de nacimiento. Sin embargo, es importante darse cuenta de que el acortamiento de la ventana de nacimiento afectará negativamente la calidad y el rendimiento de los pollitos.
No se debe forzar el nacimiento de los pollitos: deben nacer de forma natural, como lo determinan la calidad individual de huevo y las características del embrión. Para lograr esta ventana de nacimiento «natural», el diseño de la incubadora debe poder crear un ambiente óptimo y uniforme, para cada huevo. Si la incubadora puede satisfacer estos criterios, no es necesario acortar la ventana de nacimiento.